viernes, 18 de enero de 2013

“Las orejas rojas”, calefacción y aire acondicionado


Desde la Oficina para la Sostenibilidad, le informamos de que ha llegado hasta nosotros un interesante artículo sobre la regulación de las temperaturas en los equipos de aire acondicionado realizado por Marcelo Madrid Gómez, alumno de Ingeniería en la Universidad de Cádiz. Os lo exponemos a continuación:



  • ¡Tengo un montón de calor, abre las ventanas y la puerta!
      + Pero si hace mucho frío, estamos aquí calentitos con la calefacción.


¿Nunca habéis vivido esta situación? Es normal y cotidiano que se den estas discursiones en recintos cerrados en cualquier época del año.

Una de las causas de esta curiosa escena es el llamado efecto de “las orejas rojas”.
Cuando estamos en la clase, por ejemplo, ponemos la calefacción si tenemos frío, y lo más común es ponerlo a treinta grados para que caliente inmediatamente...¿Pero es realmente lógico?
Lo que suele pasar es que los compañeros que están justo debajo del aparato calefactor entran en calor rápidamente, sus orejas se ponen rojas, mientras que los compañeros alejados aún no han sentido la subida de temperatura. Aquí empieza el debate y la confrontación, pero hay una posible solución, que además es positiva para el medio ambiente porque ahorra energía, y para la economía pues gastaremos menos electricidad.

En el boletín oficial del Estado se recogen unas normas que deben cumplir administraciones públicas, centros comerciales y culturales, estaciones, aeropuertos y demás lugares con gran concurrencia de público. Establece que cuando tengamos calor, pongamos el recinto a una temperatura de 26 ºC , y cuando tengamos frío, lo pongamos a 21ºC , aproximadamente.
Como no en todas las clases o estancias tenemos un termómetro lo recomendable sería poner el aire acondicionado a 26ºC y la calefacción a 21ºC.

La función de esta ley no es penalizarte si no pones el aparato a la temperatura dicha, el objetivo creo que va un poco más allá. Lo realmente importante es tomar conciencia medioambiental, saber que no es necesario ponernos “ las orejas rojas”, ni estar en clase en manga corta con la calefacción a 30ºC o poner el radiador con puertas y ventanas abiertas . Esta pequeña decisión puede contribuir al medio ambiente directamente y tal vez también a la factura de la luz de tu casa.

Pienso que no cuesta nada una medida así, y que aunque sea sencilla, no todo el mundo conoce, puedes hacer la prueba... Dile a algún conocido que cuando tenga frío ponga el calefactor a 21ºC, “pero si eso es super frío, como voy a poner tan pocos grados” te contestará más de uno. Espero que para cuando esto te ocurra, ya hayas comprobado que lo que has leído es cierto, que de verdad funciona, y así puedas explicarle el motivo ecológico y le invites a que pruebe la iniciativa.

Para concluir me gustaría aclarar que tener conciencia medioambiental no es tener la luz apagada cuando no veas bien , o tener desconectado el brasero si tienes frío, es más bien, en mi opinión, preocuparse por el lugar en el que vives y contribuir en todo lo posible para cuidarlo, pues al fin y al cabo es él quien te permite vivir.


Por tu planeta, el de tus hijos, el de tus nietos...

Marcelo Madrid Gómez




No hay comentarios:

Publicar un comentario